
Diagnóstico de Lipedema
El diagnóstico del lipedema se lleva a cabo mediante el análisis de los datos de la historia clínica, la inspección y la palpación del paciente.
El médico también puede valerse de pruebas de imagen para su diagnostico más acertado, tales como:
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ECOGRAFÍA
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ECO-DOPPLER. Mide el flujo de sangre de los vasos sanguíneos.
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LINFOESCINTIGRAFÍA. Analiza la circulación del drenaje linfatico.
Tratamiento
Existen diferentes tratamientos del Lipedema: conservador, quirúrgico, y en los últimos años se han añadido otros como la Lipomesoplastia.
Tratamiento Conservador
Los términos empleados internacionalmente para referirse a la terapia conservadora que aplicamos en el lipedema son: “Terapia física compleja” (TFC) o “Terapia descongestiva compleja” (TDC).
El tratamiento descongestivo puede llevarse a cabo de diferentes maneras y combinando diferentes técnicas; el drenaje linfático manual (DLM) una o varias veces por semana, vendajes o prendas compresivos de tejido plano; realización de ejercicio de bajo impacto (caminar, natación, yoga, pilates...); y una nutrición adecuada adaptada a la enfermedad y sus características.
Tratamiento Quirúrgico
La liposucción WAL es la técnica más utilizada para tratar el Lipedema, ya que permite aspirar tejido graso a la vez que inyecta una solución salina para separar las células de grasa adiposada.
Suele ser necesario realizarse varias cirugías hasta completar el tratamiento.